Una tarde más caía. Cuando un sonido no muy normal, interrumpió mi sencillez.
Un estado tan parecido a muchos años atrás. Quizá tratando de provocarme.
Pero aún sintiendo terrible felicidad.
Quede sin palabras, pero me llené de preguntas. Sentí vibraciones.
Escuché silencio. Permanecí con ganas de no preguntar. Duré muy poco.
Olí lo que imaginaba al día siguiente. Me entregué por completo por solo un momento.
Me inspire por un rato. Un instante único en mi vida. Aunque parezca uno más.
Solo soy uno más, que padece momentos únicos. Únicos e irrepetibles.
Tengo ganas de más. Me quede tan solo con cosquillas que tardamos en pulir.
Saque conclusiones extrañas. Con quien quiero revelar. Sentir. Palpar.
Mi preocupación sigue. El sonido extraño que contaba se agrandó por un instante.
Las ganas de cumplir con todos mis placeres aumentaron.
Y ese sonido acabó.
Acabó por completo. Ahora quiero continuar. Quiero mi revancha.
Quiero que me enseñes a volar. Quizá dentro de un tiempo. En años tal vez.
Pero los años solo pasan sobre mi camino, y se que al voltear, siempre sanaras.
Sanaras mi alma. Sanaras mi mente. Sanaras tantas cosas como ni imaginaras.
Así me gusta escribir. Sin siquiera releer para corregir. Es como lo que viví esa noche.
Que todavía dudo de su realidad.